sábado, 10 de noviembre de 2007

ANIMALES




Ayer me crucé con un chico que iba con un fajo de folios. Me paró y me entregó uno diciéndome que le gustaría que le echara un ojo y pensara sobre ello. En el folio había una alegoría acerca de la malevolencia del ser humano (De los biólogos para ser más concretos) hacia los animales. Me explico. En dicho panfleto se hablaba acerca de que los humanos nos creemos superiores a otros animales, por lo que pensamos que tenemos derecho a experimentar con ellos, investigar, privarles de su libertad… Etcétera, creo que os podéis hacer una idea.

¿Mi opinión? SI, SOMOS SUPERIORES A LOS ANIMALES, SOMOS CIVILIZADOS, CAPACES DE ESCRIBIR, COMUNICARNOS, TENER CONCIENCIA GLOBAL Y PARTICULAR, MEMORIA HISTÓRICA DE LA RAZA…

Tenemos todo el derecho del mundo a experimentar con animales. Ojo a esto, no defiendo experimentos inhumanos, dolorosos que puedan hacer sufrir a los animales. Es cierto que un pequeño porcentaje de científicos no tienen en cuenta el sufrimiento de sus sujetos de laboratorio, pero el 99% restante si lo hacemos. Este chico hablaba de la privación de la libertad… Esas ratas de laboratorio no conocen la libertad. Han nacido, se han criado, han vivido en un laboratorio. No se puede echar de menos lo que no conoces. Si no se fuese a experimentar con ellas, ni siquiera habrían nacido. No existirían. Es como decir que es cruel comer pollo asado porque han tenido al bicho en una granja en vez de en el campo. Ha nacido para ello. Si no nos lo fuéramos a comer, ni siquiera habría nacido. Con las ratas pasa lo mismo.

Hablaba este chico también acerca de que una posible solución a estos problemas es buscar animales que hayan muerto de muerte natural. Cuando llegué a este punto del escrito, me costó mucho trabajo no enarcar las cejas y poner los ojos en blanco. Es evidente que es mucho mejor cronometrar a una rata muerta el tiempo que tarda en recorrer un laberinto que a una rata viva (nótese tono sarcástico)…

No me convencen las razones de este chico. Entiendo lo que habla, pero, es imposible avanzar si no se experimenta. Si tengo que elegir entre exterminar a todas las ratas del mundo y encontrar una cura para el VIH (SIDA), evidentemente, elijo la cura, las ratas no tienen preferencia delante de los humanos.

El día que las ratas realicen un escrito protestando por el trato que se les da, ese día buscaremos otra especie para experimentar. Lamentablemente para las ratas, no son inteligentes, y pueden pasar millones de años antes de que nos manden ese escrito. Mientras tanto, el ser humano experimentará con ellas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No conozco a ningún activista detractor de la experimentación con animales que esté dispuesto a renunciar a una vacuna o a un medicamento cuando está enfermo.
Tampoco conozco a ningún activista contra el cambio climático que esté dispuesto a renunciar a su coche o a la luz eléctrica para reducir las emisiones de CO2.